10 de noviembre
San León Magno
papa y doctor de la Iglesia
Memoria


Será colmado del espíritu de inteligencia

Lectura del libro del Eclesiástico     39, 6-11

    Si el gran Señor así lo desea, el que consagra su vida a reflexionar sobre la Ley del Altísimo será colmado del espíritu de inteligencia: derramará como lluvia sus sabias palabras y celebrará al Señor con su plegaria; dirigirá rectamente su consejo y su ciencia y reflexionará sobre los secretos de Dios; con su enseñanza hará brillar la doctrina y se gloriará en la Ley de la Alianza del Señor.
    Muchos alabarán su inteligencia, que nunca caerá en el olvido; su recuerdo no se borrará jamás y su nombre vivirá para siempre.
Las naciones hablarán de su sabiduría y la asamblea proclamará su alabanza.
    Si vive largo tiempo, tendrá más renombre que otros mil; si entra en el reposo, eso le bastará.

Palabra de Dios.


SALMO
    Sal 36, 3-6. 30-31

R.
La boca del justo expresa sabiduría.

Confía en el Señor y practica el bien;
habita en la tierra y vive tranquilo:
que el Señor sea tu único deleite,
y Él colmará los deseos de tu corazón. R.

Encomienda tu suerte al Señor,
confía en Él, y Él hará su obra;
hará brillar tu justicia como el sol
y tu derecho, como la luz del mediodía. R.

La boca del justo expresa sabiduría
y su lengua dice lo que es recto:
la ley de Dios está en su corazón
y sus pasos no vacilan. R.


ALELUIA     Mc 1, 17

Aleluia.
«Síganme, y Yo los haré pescadores de hombres»,
dice el Señor
Aleluia.


EVANGELIO

Tú eres Pedro,
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     16, 13-19

    Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?»
    Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas».
    «Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?»
    Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
    Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».

Palabra del Señor.