25 de mayo
San Beda del Venerable
presbítero y doctor de la Iglesia

Nosotros tenemos el pensamiento de Cristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto     2, 10b-16

Hermanos:
El Espíritu lo penetra todo, hasta lo más íntimo de Dios. ¿Quién puede conocer lo más íntimo del hombre, sino el espíritu del mismo hombre? De la misma manera, nadie conoce los secretos de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que reconozcamos los dones gratuitos que Dios nos ha dado. Nosotros no hablamos de estas cosas con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino con el lenguaje que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, expresando en términos espirituales las realidades del Espíritu.
El hombre puramente natural no valora lo que viene del Espíritu de Dios: es una locura para él y no lo puede entender, porque para juzgarlo necesita del Espíritu. El hombre espiritual, en cambio, todo lo juzga, y no puede ser juzgado por nadie. Porque ¿quién penetró en el pensamiento del Señor, para poder enseñarle? Pero nosotros tenemos el pensamiento de Cristo.

Palabra de Dios.


SALMO
    Sal 118, 9-14

R.
Enséñame, Señor, tus preceptos.

¿Cómo un joven llevará una vida honesta?
Cumpliendo tus palabras. R.

Yo te busco de todo corazón:
no permitas que me aparte de tus mandamientos. R.

Conservo tu palabra en mi corazón,
para no pecar contra ti. R.

Tú eres bendito, Señor:
enséñame tus preceptos. R.

Yo proclamo con mis labios
todos los juicios de tu boca. R.

Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas. R.


ALELUIA     Cf. Jn 6, 63c. 68c

Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida;
tú tienes palabras de Vida eterna.


EVANGELIO

Jesús les enseñaba como quien tiene autoridad

+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo     7, 21-29

Jesús dijo a sus discípulos:
«No son los que me dicen: "Señor, Señor", los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?"
Entonces yo les manifestaré: "Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal."
Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.
Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande.»
Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.

Palabra del Señor.

O bien:

25 de mayo
San Gregorio VII
papa

Velad por vosotros, y por todo el rebaño
sobre el cual el Espíritu Santo os ha constituido guardianes
para apacentar la Iglesia de Dios

Lectura de los Hechos de los apóstoles     20, 17-18a. 28-32. 36

Desde Mileto, Pablo mandó llamar a los presbíteros de la Iglesia de Efeso. Cuando estos llegaron, Pablo les dijo:
«Velen por ustedes, y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha constituido guardianes para apacentar a la Iglesia de Dios, que él adquirió al precio de su propia sangre. Yo sé que después de mi partida se introducirán entre ustedes lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y aun de entre ustedes mismos, surgirán hombres que tratarán de arrastrar a los discípulos con doctrinas perniciosas.
Velen, entonces, y recuerden que durante tres años, de noche y de día, no he cesado de aconsejar con lágrimas a cada uno de ustedes.
Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos los que han sido santificados.»
Después de decirles esto, se arrodilló y oró junto a ellos.

Palabra de Dios.


SALMO
    Sal 109, 1. 2. 3. 4 (R.: 4b)

R.
Tú eres sacerdote para siempre,
a al manera de Melquisedec.


Dijo el Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
mientras yo pongo a tus enemigos
como estrado de tus pies.» R.

El Señor extenderá
el poder de tu cetro:
«¡Domina desde Sión,
en medio de tus enemigos!» R.

«Tú eres príncipe desde tu nacimiento,
con esplendor de santidad;
yo mismo te engendré como rocío,
desde el seno de la aurora.» R.

El Señor lo ha jurado
y no se retractará:
«Tú eres sacerdote para siempre,
a la manera de Melquisedec.» R.


ALELUIA     Mc 1, 17

Dice el Señor:
Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.


EVANGELIO

Tú eres Pedro,
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia

+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo     16, 13-19

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?» Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas.»
«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?»
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»

Palabra del Señor.

O bien:

25 de mayo
Santa María Magdalena de Pazzi
virgen

La virgen se preocupa de las cosas del Señor

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto     7, 25-35

Hermanos:
Acerca de la virginidad, no tengo ningún precepto del Señor. Pero hago una advertencia, como quien, por la misericordia del Señor, es digno de confianza. Considero que, por las dificultades del tiempo presente, lo mejor para el hombre es vivir sin casarse. ¿Estás unido a una mujer? No te separes de ella. ¿No tienes mujer? No la busques. Si te casas, no pecas. Y si una joven se casa, tampoco peca. Pero los que lo hagan, sufrirán tribulaciones en su carne que yo quisiera evitarles.
Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; lo que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran nada; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran. Porque la apariencia de este mundo es pasajera.
Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes.
El que no tiene mujer se preocupa de las cosas del Señor, buscando cómo agradar al Señor. En cambio, el que tiene mujer se preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su mujer, y así su corazón está dividido.
También la mujer soltera, lo mismo que la virgen, se preocupa de las cosas del Señor, tratando de ser santa en el cuerpo y en el espíritu.
La mujer casada, en cambio, se preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su marido.
Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para ponerles un obstáculo, sino para que ustedes hagan lo que es más conveniente y se entreguen totalmente al Señor.

Palabra de Dios.


SALMO
    Sal 148, 1-2. 11-13a. 13c-14 (R.: cf. 12a. 13a)

R.
Aleluia.

O bien:

Los jóvenes y las vírgenes, alaben el nombre del Señor.

Alaben al Señor desde el cielo,
alábenlo en las alturas;
alábenlo, todos sus ángeles,
alábenlo, todos sus ejércitos. R.

Los reyes de la tierra y todas las naciones,
los príncipes y los gobernantes de la tierra;
los ancianos, los jóvenes y los niños,
alaben el nombre del Señor. R.

Su majestad está sobre el cielo y la tierra,
y él exalta la fuerza de su pueblo.
¡A él, la alabanza de todos sus fieles,
y de Israel, el pueblo de sus amigos! R.


ALELUIA     Jn 8, 31b-32a

Dice el Señor: Si ustedes permanecen fieles a mi palabra,
serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad.


EVANGELIO

El que hace la voluntad de Dios,
ése es mi hermano, mi hermana y mi madre

+ Lectura del santo Evangelio según san Marcos     3, 31-35

Llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar. La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: «Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera.»
El les respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.»

Palabra del Señor.