11 de febrero
Nuestra Señora de Lourdes
Yo haré correr hacia ella la paz como un río
Lectura del libro del profeta Isaías 66, 10-14c
¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman!
¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para ser amamantados
y saciarse en sus pechos consoladores, para gustar las delicias de sus senos gloriosos!
Porque así habla el Señor: Yo haré correr hacia ella la prosperidad como un río,
y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda.
Sus niños de pecho serán llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas.
Como un hombre es consolado por su madre, así yo los consolaré a ustedes, y
ustedes serán consolados en Jerusalén.
Al ver esto, se llenarán de gozo y sus huesos florecerán como la hierba. La mano
del Señor se manifestará a sus servidores.
Palabra de Dios.
SALMO Jdt 13, 18bcde. 19 (R.: 15, 9d)
R. ¡Tú eres el insigne honor de nuestra raza!
Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía,
más que a todas las mujeres de la tierra;
y bendito sea el Señor Dios,
creador del cielo y de la tierra. R.
Nunca olvidarán los hombres
la confianza que has demostrado
y siempre recordarán el poder de Dios. R.
ALELUIA Cf. Lc 1, 45
Feliz de ti, Virgen María, por haber creído
que se cumplirá lo que te fue anunciado
de parte del Señor.
EVANGELIO
Y la madre de Jesús estaba allí
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Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 2, 1-11